¿Qué conoces acerca de la educación no tradicional?
En muchos países, se han creado y formado métodos de aprendizaje diferentes, dinámicos e innovadores, basados en el juego e interacción, donde los niños son el centro principal de la educación. Cada año, más padres de familia buscan instituciones educativas que forjan personas seguras, motivadas, creativas y con un nivel alto de pensamiento crítico.
Las pedagogías no tradicionales contemplan distintos modos de aprendizaje, respetando las etapas de desarrollo de cada niño. Los métodos memorísticos quedarán obsoletos e inadecuados, mientras que la experiencia será la herramienta principal con la que los alumnos asimilarán los conocimientos a largo plazo, donde las tareas y exámenes ya no serán el factor de frustración de los estudiantes.
Según José Luis García Garrido, miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y catedrático de Educación Comparada e Internacional en la UNED, uno de los puntos fundamentales en la formación de los niños es la autonomía, es decir, que se adapten al proceso de aprendizaje de modo completamente autónomo, sin ninguna imposición. Todo lo que aprenden debe ser marcado por ese deseo y pasión de seguir aprendiendo.
En Trinus, conocemos la importancia de una formación integral. Por esta razón, decidimos trabajar con una pedagogía que desarrolle y fomente en nuestros estudiantes el interés, curiosidad y creatividad, teniendo en cuenta el ritmo de avance de cada estudiante. Incentivamos que cada niño despliegue su propia individualidad con ayuda de sus fortalezas y apoyándolo a vencer sus debilidades.
La pedagogía Waldorf claramente se alinea a nuestros objetivos, ya que el aprendizaje se produce a través de las manos, mente y corazón. Asi mismo, se utilizan materiales didácticos que permiten a nuestros alumnos ir formando un pensamiento dinámico y flexible, creando soluciones a los problemas que se les presenten.
La educación alternativa está revolucionando el siglo XXI. Los jóvenes necesitan prepararse para empleos que aún no existen, gestionar relaciones complejas, aprender a vivir en un mundo de múltiples fuentes de información, pero sobre todo, obtener la capacidad de integrar y analizar la calidad de la información que se les provee.
Por Fabiola Chinchilla