Tips para fortalecer la inteligencia emocional en los niños
Escrito por Gabriela de Erichsen
El pasado jueves tuvimos nuestro segundo “Growing Up Together” del año. Este programa está diseñado para nuestros papás Trinus y su objetivo principal es proveer herramientas y conocimiento que apoyen el crecimiento y formación en la tarea de primeros educadores. Para contribuir al desarrollo de personas creativas y libres que actúen con integridad y por consiguiente continuar transformando “pequeños en gigantes.”
El tema para este mes fue impartido por nuestra psicopedagoga Lic. Sharlyn Dieguez.
A continuación puedes ver la plática completa y un resumen del tema impartido.
El tema de inteligencia emocional se ha convertido en una necesidad para todo ser humano, especialmente para los niños. Estamos acostumbrados a enfocar nuestra energía y recursos en desarrollar la parte intelectual de nuestros hijos, dejando en segundo plano incluso a un lado la parte emocional. Daniel Goleman, dice que al menos 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional. En Trinus le damos importancia al desarrollo integral de nuestros alumnos y nuestro enfoque es que todas las áreas del alumno sean nutridas y fortalecidas. Esto abarca la parte intelectual, la emocional y la educación de la voluntad. Encontrar el equilibrio en estas tres áreas es lo que nuestros educadores trabajan a lo largo del año.
Empecemos por definir ¿qué es inteligencia emocional?, se define como la habilidad para gestionar bien las emociones, ya sean las nuestras como las de los demás.
Como cualquier otra habilidad, la inteligencia emocional se puede enseñar o potenciar. Y esto nos debe motivar como padres y educadores a apoyar a los más pequeños a fortalecer esta área en sus vidas.
¿Cómo podemos fortalecerla?
Sharlyn nos compartió 10 tips prácticos que podemos implementar:
- Reconocer mis emociones – ¿Qué estoy sintiendo?
- Nombrar las emociones – al identificar por nombre la emociones podemos trabajarlas y regularlas.
- Dar el ejemplo – los niños aprenden por imitación, por lo tanto reaccionarán, hablarán de la misma manera que nosotros los adultos lo hacemos.
- Mantener la calma, recordar quién es el adulto de la situación.
- Desarrollar empatía – “Entiendo que cuando pasa esto… te molestas mucho, yo también me enojaría…”
- Brindar opciones de cómo reaccionar – “Entiendo que estabas muy molesto, la próxima vez podríamos respirar y esperar 10 minutos antes de actuar”.
- Fomentar el diálogo democrático – aprender a escuchar y que ellos nos escuchen, así como tener esos espacios donde podemos expresar lo que sentimos y dejarlos expresarse también.
- Establecer límites claros – Los niños necesitan saber qué es lo que esperamos de ellos, no podemos asumir que ellos saben sin haberles modelado las reglas y normas.
- Aceptar cuando hemos cometido un error
- No forzar las disculpas
“El cerebro emocional responde a un evento más rápidamente que el cerebro pensante.” Dr. Goleman
Un aspecto importante es que la comunicación efectiva, mantiene la puerta de la comunicación abierta para que los chicos no sientan miedo de expresarse.
Como padres y educadores tenemos esa labor hermosa de formar y brindar las herramientas a nuestros niños para que puedan desarrollarse de la mejor forma posible. Esta labor requiere de constancia, paciencia y mucho amor.
Los resultados tal vez no los veremos tan rápido como quisiéramos, pero como un día me dijo mi hermano mayor: “algún día verás el resultado de todo esfuerzo y constancia en educar un buen hábito ó corregir determinada actitud, y dirás valió la pena”.
No te des por vencido, sigue intentando y repitiendo cuantas veces sea necesario lo que quieres formar y educar en tus hijos o alumnos. ¡Te aseguro que verás los resultados!
Por lo que nosotros como adultos somos los primeros que debemos fortalecer nuestra inteligencia emocional porque al final del día nuestros hijos son nuestro espejo.
“Los niños emocionalmente inteligentes, son adultos exitosos”.